Brenda

Ardilla dice que... tener una buena brújula es fundamental… con una buena brújula puedes llegar hasta el polo norte, ahora que también dicen que preguntando se llega a Roma, será?… y que más vale paso que dure, que trote que canse, pero que no hay que llegar primero, sino saber llegar… lo importante más que una buena brújula, excelentes indicaciones, tenacidad en el paso, constancia… tozudez, o saber o no hacer algo… sería… a donde se quiere llegar…o si en verdad es tan necesario tener que fijar un destino… digo, hay quienes desde muy jóvenes tenían un destino al que deseaban llegar… hoy en el océano de la información, me encontré con una cara conocida… bueno de hecho, fue con un nombre conocido… y al abrir la ventana a ese nombre, me ha recibido un rostro familiar… Ardilla se ha puesto loka de contenta (ya lo he dicho, ella casi siempre está en las mismas)… así pues… ella estaba ahí, tan sonriente y rosada como hace 25 años (años más, años menos)… yo le recuerdo con sweater verde y falda gris de cuadros (como elegirán los uniformes? Acaso escogerán los colores y combinaciones menos agraciadas a modo de represión? ), En fin… el recuerdo más vivido de ella, es el día que por no sé qué extraña razón… no teníamos maestro de Musica… recuerdo esto porque Omar (nuestro jefe de grupo) intento poner un ejercicio en el pizarrón (jajaja vaya si se es iluso en esas edades!) y antes de que pudiera siquiera poner la primer palabra, ya había sido descartada toda posibilidad de atención en el, así pues opto por tratar de hacer entrar en orden a los chicos más problemáticos del salón, pensando que de tenerles bajo control, tendría (como seguramente hubiera pasado) el control de todos los compañeros… de sobra esta decir que nunca lograría su cometido, pero siempre me pareció loable su esfuerzo… pero ese día en particular… los muchachos estaban (bueee estábamos me corrige Ardilla) más inquietos de lo normal, las voces comenzaban a subir de volumen, pequeños proyectiles cruzaban el salón de esquina a esquina y todo pintaba para un mal final… y de pronto, le vi, de pie frente al pizarrón, ella era súper linda (no guapa, no atractiva… era linda), no había nadie que no la quisiera… o por lo menos le tuviera el respeto… no ese respeto a las autoridades, no… uno diferente… su rubia cabellera siempre fue lisa, le cubría toda la espalda y yo, por lo menos así lo recuerdo, siempre la vi con una sonrisa en el rostro… y ahí estaba… escribiendo con esa su letra redonda y clara… quienes le conocíamos identificamos la canción de manera inmediata… en unos momentos mas estaba sentada en las silla del profesor, tocando su guitarra…. -Mi unicornio Azul… ayer se me perdió… pastando lo deje… y desapareció… no se cuanto tiempo paso, pero en un momento todos nos encontrábamos repasando la letra y cantando… en un momento durante la clase, que se nos fue entre canción y canción … la Temible Directora (a quien apodaban La Urraca), asomo la cabeza entreabriendo la puerta, no dijo nada, solo nos observo un momento mientras cantábamos dirigidos por Brenda… nadie paro, todos seguimos así durante todo el tiempo de clase… así pues recuerdo que ella siempre amo la música y en una de las reuniones que teníamos en su casa, recuerdo me dijo… Fer voy a dedicarme a la música… recuerdo que Emilio y yo le abrazamos…
...años más tarde después del terremoto del 85, ya cuando la ciudad se encontraba en plena reconstrucción, Emilio, me invitaba a ayudar a Brenda en el acondicionamiento de aulas para impartir cursos de música para niños afectados por los sismos… y es que, después de aquel día en que nos informo su destino de vida… nosotros(Emilio, Ana y Yo) nos comprometimos a ayudarle siempre… pues nuestra amiga debía seguir sus sueños siempre (ha como se puede ser inocente en esas edades)…
Después de esos días… nuestros caminos se separaron, la vida nos llevo a diferentes sitios, Brenda se había ido a estranjia a estudiar… y llego el olvido… o no, ese nunca llega en verdad, solo el recuerdo se traspapelo con las hojas del calendario…
Hoy Ardilla esta eufórica de contenta… hoy que veo la misma cara, la misma sonrisa, la misma Brenda, creando, componiendo, cantando con y para niños, no puedo menos que pensar, lo lindo que es saber que alguien es capaz en estos días de vivir como lo había pensado hace muchísimos años, o por lo menos hacer algo de lo que había proyectado como futuro cuando aún era una niña…

Caray! Qué lindo es eso que es…