martes, 11 de mayo de 2010

...cuando yo era Ñiño...

...hace muchos años, allá cuando mis años mozos, había una panadería de verdad, no esos lugares de hoy, en que elegantes cestos con servilletas de tela quieren engañarnos, haciéndonos pensar que el pan que en ellas se encuentra, han sido cocinados de manera artesanal… no! esa era de las buenas, el panadero salía y se le podía ver orgulloso de todo lo que hacía, desde los bolillos, hasta las orejas, los gendarmens, las conchas, los panqueques, unos barquillos rellenos de crema pastelera, como jamás eh vuelto a probar… de esos días a la fecha todo ha cambiado, seguramente muchos me dirán que la mantequilla, el huevo, el azúcar y la harina hoy son casi nuestro enemigo, ya saben, el colesterol, la diabetes, la obesidad… pero a que ricos eran esos días, al salir de la escuela, pasábamos a comprar un bolillo o uno de esos cuernitos rellenos de crema pastelera (esto solo cuando me alcanzaba), y enfilábamos rumbo a casa, hasta la panadería llegábamos toda la pandilla, de ahí todos salíamos con nuestro pan y enfilábamos cada uno a su casa… caray… apenas probé este fin de semana un pan de no sé donde… buaaaaggg… osea… noooo, no se puede andar por la vida haciéndole eso a la gente, caray donde están los buenos panderos que hacían que los extranjeros desearan robotearle el pan dulce a la abuela en las aduanas?... San Honorato los abandono a todos?... ya nadie se encomendara a él?... servirá encomendarse a ese santo?... pues que se yo… pero sigo en busca de un trozo de pan que me haga recordar esos días… en que uno podía estar bien o no… pero el solo olor del pan, le hacía olvidarse de todo…

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