…después de algún tiempo, por fin había logrado que no huyeras, nos costo tanto trabajo llegar hasta ese punto, fue una historia de paciencia…
…la primera vez que te vi, fue en un parpadeo (por un momento creí era un sueño), apenas de reojo, por unos instantes, llega incluso a dudar del suceso… fueron varios días después, que de suerte, te volví a ver de nuevo, oculto yo, tras la cortina de mi ventana, por un instante, todo se detuvo, yo contenía el aliento y evitaba el parpadeo, como si temiera, que fueses a desaparecer, al primer movimiento… desde ese día, de vez en vez te buscaba, al través de la cortina, muchas fueron las largas tardes, en que tu ausencia me decepcionaba, que lindos eran los días, en que por fin aparecías, con ese andar tan elegante, lento y largo, tan ligera y esbelta tu figura cuando tomabas el sol que caía de tarde, así paso el tiempo, en días de desilusión y tardes de alegría… una fresca tarde, tratando de huir un poco del frio, que se encontraba de visita en casa, salí a tomar los últimos rayos de un tímido sol, me senté en un césped amarillento y quebradizo, enfundado en un suéter de lana y armado con una taza de delicioso café, los débiles rayos apenas y entibiaban la tarde, mientras yo a pequeños sorbos bebía el café, iniciaba la hora de las sombras largas… ese mas o menos fue el marco, de aquel, nuestro primer encuentro, si acaso puede llamársele así, a aquel momento…
viernes, 25 de febrero de 2011
…apenas nada…
…hay días en que las cosas salen muy distintas a lo que podíamos haber imaginado, aun cuando uno haya inclusive pensado que algunas de ellas podrían salir mal… pero como dicen por ahí, hasta la novela mas absurda puede quedarse corta ante las situaciones que los días nos presentan, así que uno, por mas previsor que sea, termina siendo sorprendido…
...y esto claro, no debería resultarnos tan raro, pues tristemente, uno se acostumbra a la rutina de los días y cae en un aletargamiento, es como ir somnoliento por las calles, como si fuera uno un sonámbulo, se levanta, se baña, se lava los dientes, corre, camina, sube en los vagones del metro y se deja envolver por los humores de otros zombis, uno hace como si viviera (de hecho vive), ríe, habla, escucha, ve… pero nada realmente le sorprende, pues todo lo que ve, lo que escucha, aun aquellos eventos supuestamente “impactantes”, no le conmueven, solo se muestra conmovido, interesado en el exterior, como por obligación, (todos los zombis deben mostrar empatía por las mismas situaciones o se sospechara de ellos)…
…y así vamos (bueno, voy), como si vivos, pero realmente ajenos al mundo, del que no esperamos mas, que la bondad de no ser tratados tan rudamente por el, deseando que no nos vea, no vaya a ser, que al vernos, piense que estamos demasiado cómodos y nos saque del olvido general, nos extraiga del montón de seres vivos y nos sacuda un poco mas de lo normal, que nos despabile y nos haga darnos cuenta que aun hay cosas que nos pueden tirar de la entraña, que lo cotidiano no es por mucho el peor de los males (aun cuando así nos lo parezca), que el hambre, la sed y el cansancio, no son nada, que es apenas la normalidad, es apenas nada…
...y esto claro, no debería resultarnos tan raro, pues tristemente, uno se acostumbra a la rutina de los días y cae en un aletargamiento, es como ir somnoliento por las calles, como si fuera uno un sonámbulo, se levanta, se baña, se lava los dientes, corre, camina, sube en los vagones del metro y se deja envolver por los humores de otros zombis, uno hace como si viviera (de hecho vive), ríe, habla, escucha, ve… pero nada realmente le sorprende, pues todo lo que ve, lo que escucha, aun aquellos eventos supuestamente “impactantes”, no le conmueven, solo se muestra conmovido, interesado en el exterior, como por obligación, (todos los zombis deben mostrar empatía por las mismas situaciones o se sospechara de ellos)…
…y así vamos (bueno, voy), como si vivos, pero realmente ajenos al mundo, del que no esperamos mas, que la bondad de no ser tratados tan rudamente por el, deseando que no nos vea, no vaya a ser, que al vernos, piense que estamos demasiado cómodos y nos saque del olvido general, nos extraiga del montón de seres vivos y nos sacuda un poco mas de lo normal, que nos despabile y nos haga darnos cuenta que aun hay cosas que nos pueden tirar de la entraña, que lo cotidiano no es por mucho el peor de los males (aun cuando así nos lo parezca), que el hambre, la sed y el cansancio, no son nada, que es apenas la normalidad, es apenas nada…
miércoles, 23 de febrero de 2011
...69.600 kg!!!
…69.600!!!... hace algunos ayeres, habría dicho que era imposible llegar a este peso, pero caray, debieron pasar tantas cosas de esos 80 y tantos0, al día de hoy, en que feliz mente puedo decir que comienzo a sentirme de nuevo a gusto con el tipo que veo en el espejo, tanto que me parece digno de contarse algún día… pero hoy disfruto haber llegado nuevamente a esta mi meta, aunque como siempre me pasa, apenas llego a la meta, ya tengo una nueva… hoy disfruto y trato de recordar cuando fue que me puse tal meta?... y no hablo de los kilos, que a fin de cuentas, yo sabía que tarde o temprano, la cumpliría, ni de haber dejado partir a la ardilla (era divertido en ocasiones jugar con esa idea), si no de la forma en que veo las cosas hoy, en que trato de poner en orden mis adentros y mis afueras… que aun cuando realmente es difícil, creo que día a día lo voy logrando, aun cuando en este proceso, como en cualquier otro, algunas cosas quedaran en el camino, lo cual es bueno, pues aligera el paso, sobre todo hoy que ya los años nos son los más jóvenes y fuertes, hoy que felizmente ya no son las ropas tan grandes jeje… ahí vamos pues a por las nuevas metas, esas sencillas y simplonas para las mayorías, esas que se podrán cumplir algún día, que para las otras más nobles y humanitarias, tenemos a los héroes de las pelis, a Brus, a Jet, a Shrek y a burro…
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