martes, 28 de julio de 2015
Demasiado tarde...
Demasiado tarde…
…Greñas (así le llamamos desde la primera vez que le vimos), es uno de esos bichos que tienen el don de caer bien, ahí debajo de un fleco negro, pardo más bien, se asoman dos ojos claros y curiosos, una nariz negra y brillante que te investiga alegremente, todo él es una melena desalineada, negra y brillante debía de ser, pero es pardusca y polvorienta, pero al contrario de provocar repulsión, su andar ligero y alegre, le hace a uno mirarle con simpatía, en más de una ocasión ha saltado a mi lado, sobre mí, mientras yo amablemente le regaño, por no darse un baño, por tener tantas pulgas (pobre), mientras el con la lengua de fuera pareciera sonreír… el pobre fue adoptado por los vecinos, le podíamos ver en la azotea junto con otro bicho más pequeño e igual de desalineado y sucio, desde mi ventana por las mañanas le saludaba y le regalaba algunas croquetas de premios en forma de huesito, el movía la cola agradeciendo el pequeño detalle, pasaron días así hasta que ya no le dejaron más en la azotea, casi que ni lo veía en el jardín trasero, solo de vez en vez le veía cuando salía con la vecina en la mañana a quien sabe dónde, trotando animoso y feliz como siempre.
Han pasado unos días en que los vecinos no han dado señales de vida y el Greñas está sentado en la puerta de su casa, le hemos dado apenas algo de alimento y agua, el como siempre anda sucio, polvoriento y feliz…
Esta noche al meter el auto ha entrado y debí atraerlo con un poco de comida para afuera, por la noche pienso en que deberíamos llevarlo al veterinario para que le revisen, le den un baño a fondo, le hagan cuanto haya que hacerle y veamos si lo llevamos a casa, al rancho o a algún albergue… le vi por la mañana cuando iba a un museo, lo salude y no le conté mis planes, mejor que sea una sorpresa pensé…
Han pasado 4 días y no lo he visto… pienso, debí haberle dicho lo que haríamos, quizá no se hubiera ido… bien pensado no es la primera vez que me sucede algo similar…
Demasiado tarde….
viernes, 23 de enero de 2015
...asi algunos pocos (que envidia)
Resulta que, cualquiera (o casi cualquiera) puede imaginar la A con la B, incluso llegan a unir sin problema la F y la G , pero son pocos los genios, esos pocos que talentosamente llegan hasta la Z, esos que vienen y van, que suben y bajan por el alfabeto, como niños en el parque en una soleada tarde de domingo… y claro, muchos, los más, morimos de envidia…
...todos corren!
...eme aquí,
andando lento,
apenas y parece que me muevo,
acaso me muevo?...
desde arriba parezco un tronco viejo,
inmóvil, atrapado,
atascado en el medio del caudal d un furioso río que corre a quien sabe que maldito mar...
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