… como todos los infiernos bien pensados deben ser… hechos a la medida… ajena a la existencia pasa la vida y taciturno el tiempo va, entre días algunos grises y otros mas, difícilmente manteniéndose en el caudal de las vicisitudes, perdido en interminables noches de insomnio, guardando en el pecho y en los ojos las lagrimas esas que no saldrán mas nunca… así en la penumbra se busca algo que se parezca a una luz, una roca donde sentarse y respirar... solo un momento, para volver una vez más, por ese su infierno, echar a andar…
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